Los caminos del mar
En la costa lucense, sus más de 100 kilómetros invitan a recorrer la silueta de un litoral marcado por auténticos prodigios. Desde Ribadeo hasta O Vicedo se suceden dos espacios geológicamente reconocibles: la rasa Cantábrica, desde Ribadeo a Burela, y un tramo de costa quebrada y agreste que dibuja impactantes acantilados en municipios como Xove y en determinados puntos del litoral de O Vicedo. En este entorno se suceden rías y playas, villas y pueblos marineros, bienes del patrimonio cultural y sobre todo espacios naturales protegidos que constituyen referentes internacionales para la observación ornitológica, como la Ría de Ribadeo, la playa de las Catedrales, la Ría de Foz y la costa de A Mariña Occidental.
Una de las mejores formas de acercarse a la costa lucense es a través del Camino Natural del Cantábrico, que la recorre en 6 etapas que organizan sus más de 130 kilómetros desde Ribadeo hasta O Vicedo y que puede realizarse a pie o en bicicleta, coincidiendo algunos de sus tramos con vías por las que circula el tráfico rodado. Toda una apuesta segura para conocer de primera mano la estrecha relación entre el Ser Humano y el mar que se superpone a un antiguo camino de peregrinación a Santiago. Más información y descargas AQUÍ.
El Municipio de O Vicedo también ha acondicionado un tramo costero para unir en un mismo recorrido algunas de sus playas más emblemáticas y elementos de su patrimonio cultural como la iglesia de San Estevo. Descarga AQUÍ el folleto informativo de la ruta Costa do Vicedo.
Pero en A Mariña, los cursos fluviales también nos invitan a acercarnos a su entorno a través de los relajados paseos que nos brindan senderos como el del río Ouro en Foz, la Vía Verde del Eo y la ruta Morgallón- Río Sor en O Vicedo. El primero es un recorrido lineal de 12 kilómetros y baja dificultad que se inicia en la parroquia de Fazouro, muy próxima a la desembocadura de este río en el mar. La segunda, con inicio en A Pontenova, recorre también en 12 kilómetros parte del curso del Eo, superponiéndose al antiguo trazado del ferrocarril que unía los altos hornos de la explotación minera de Villadodrid con Ribadeo. El tercero se adentra en el interior de O Vicedo para conocer el Sor, un auténtico paraíso ictiológico donde también encontraremos elementos singulares como una antigua central eléctrica, una telesilla para pescadores y los restos de un molino.
Y hacia el interior la exuberancia de las tupidas masas forestales acapara el protagonismo. El ayuntamiento de Trabada ha acondicionado rutas como la de A Fraga da Becerreira y la ruta Monte Roxal- Teixido, dos caminos donde los mágicos bosques de frondosas conviven con otras especies introducidas por el hombre, bosques de ribera y campos de cultivo.
Puedes consultar otras rutas aquí.