Crismón de Quiroga: testigo del primer cristianismo en Galicia

El Museo Diocesano de la catedral de Lugo custodia entre sus piezas más destacadas el Crismón de Quiroga. Datado del siglo V, este disco de 95 centímetros de diámetro realizado en mármol de O Incio está considerado un testigo clave de la historia de Galicia, siendo el eslabón que conecta la etapa final de la romanización y la llegada del cristianismo al territorio de la antigua Gallaecia.

El crismón tiene gravado sobre su superficie el anagrama de Cristo, con las letras alfa y omega, y en todo su borde reza la inscripción: el oro es cosa vil para ti, no digamos la plata. Es mucho más lo que brillas por tu propia felicidad, una reflexión que apela a la moralidad invitando a alejarse de los bienes materiales.

El Crismón de Quiroga tiene un origen incierto, aunque se ha apuntado su posible uso como ornamento en un mausoleo de un noble romano que habría fallecido en la zona de Quiroga. Reaprovechado como mesa de altar en el santuario de A Ermida, donde se practicaba el curioso ritual de limar sus bordes el día de la romería del 8 de septiembre, en el año 1925 fue trasladado por orden del Obispo Basulto a la catedral lucense, donde luce entre las colecciones de arqueología, numismática, imaginería, orfebrería litúrgica y otros fragmentos o piezas escultóricas que hacen del Museo Diocesano de Lugo un referente entre los museos catedralicios gallegos.

 

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