Monte Farelo: una de las mecas del arte rupestre gallego

Entre los municipios de Antas de Ulla (Lugo) y A Golada (Pontevedra), las rocas graníticas del altiplano del Monte Farelo conservan una importante representación de grabados en piedra al aire libre. Estos grabados, denominados petroglifos, son una de las más genuinas huellas dejadas por el hombre prehistórico durante el período de tiempo comprendido entre el tercer y segundo milenio antes de nuestra era, extendiéndose durante la Edad de Bronce, un período con una economía de base agrícola y ganadera, con una creciente metalurgia y una sociedad cada vez más estratificada.

La concentración de petroglifos en el Monte Farelo se debe probablemente a su condición de zona de paso entre los valles del Ulla y O Arnego. En este lugar se disponen diferentes estaciones de petroglifos, la mayoría en forma de círculos concéntricos, alcanzando algunos un diámetro que supera los dos metros. Su abundancia, tamaño y ubicación estratégica hace que Monte Farelo esté considerado como uno de los “santuarios” del arte rupestre gallego.

La intencionalidad de los grabados continúa siendo un misterio a día de hoy, aunque es seguro que trasciende de lo puramente estético. Por este motivo, no se ha descartado su posible vínculo con el paso de las estaciones, los ciclos agrícolas o funciones de carácter religioso.

Monte Farelo es un libro abierto para los amantes de la Prehistoria y un punto de referencia para la arqueología gallega que guarda secretos que esperan ser revelados.

 

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