El “Santo Grial” del Cebreiro
El municipio de Pedrafita do Cebreiro ha sido considerado a lo largo de la historia un lugar estratégico de paso. Así lo atestiguan los caminos que ya durante las épocas romana y medieval han atravesado estas tierras. El Camino de Santiago es el referente que ha dado la mayor proyección internacional a tierras lucenses y la entrada en Galicia por la aldea de O Cebreiro constituye un hito fundamental en la peregrinación a Tierra Santa.
En este singular pueblo de montaña, situado a unos 1330 metros de altitud, se conservan las pallozas, típicas construcciones de gran valor etnográfico, junto con un santuario prerrománico visitado anualmente por miles de peregrinos. Una auténtica torre de babel que contempla las reliquias de un milagro sucedido en torno al año 1300 y que ha dado la vuelta al mundo de la mano tanto de los peregrinos que van a Santiago como de los romeros que acuden a este lugar cada 8 de septiembre.
Y es que según la leyenda, una fría noche del 24 de diciembre, un vecino de la aldea de Barxamaior asistió al oficio religioso de la misa del gallo. Debido a las dificultades de acceso en la subida a O Cebreiro, por la fuerte nevada que había caído esa noche, el hombre no pudo llegar hasta el momento de la consagración. Al entrar, el sacerdote lo miró con cierto desprecio por haber pasado semejantes penurias sólo para llegar a la iglesia y postrarse ante el pan y el vino. Pero en ese preciso instante fue cuando sobre el cáliz y la patena se obró el milagro: el pan se convirtió en carne y el vino en sangre. El sacerdote cayó desplomado y la imagen de la Virgen con el Niño del altar inclinó la cabeza para contemplar el prodigio, quedando en esa postura para la posteridad.
Las reliquias de O Cebreiro despertarían un siglo más tarde el interés de los Reyes Católicos, quienes donaron el relicario que, aún hoy se conserva y se exhibe en una de las capillas laterales de la cabecera del santuario.
La trascendencia histórica y social de la leyenda del milagro del Cebreiro hace que hoy nos refiramos a lo sucedido como el “Santo Grial”, en alusión al cáliz y a la patena donde se produjo la transubstanciación que dio origen a este mito presente en el escudo de Galicia.