El Colegio del Cardenal: la herencia de un mecenas

El Colegio del Cardenal, Nuestra Señora de la Antigua o el Colegio de los Padres Escolapios fue fundado por el Cardenal Rodrigo de Castro, iniciándose sus obras en el año 1593 y finalizando en el siglo XX. Este mecenas de gran formación humanística se convirtió así en uno de los grandes benefactores de Monforte, donde dejó uno de los exponentes de la arquitectura renacentista gallega. Tras su muerte, su herencia pasó de generación en generación a la casa de Alba, que en el siglo XIX donó el edificio a los Padres Escolapios, encargados de finalizar la obra.

Construido en estilo herreriano, el Colegio es obra de arquitectos seglares y jesuitas, cuya huella es perfectamente reconocible en determinados elementos del edificio. El resultado de la obra, así como su encuadre artístico, hacen que este edificio haya sido comparado con el monasterio de San Lorenzo del Escorial.

La imponente estructura del Colegio del Cardenal nos muestra un edificio de soberbias proporciones, dominado por la horizontalidad y la simetría del conjunto. Una armonía que sólo se muestra interrumpida por el ritmo arquitectónico que marca la fachada de la iglesia, único elemento que imprime cierta verticalidad en la construcción.

En lo que respecta a su distribución, en el edificio destacan los dos claustros y la iglesia, con planta de cruz latina y crucero coronado por cúpula de media naranja sobre pechinas, rasgo característico de la arquitectura jesuítica.

En el interior de la iglesia sobresale el retablo mayor, obra barroca de Francisco de Moure realizada en talla de madera sin policromar y, a su izquierda, se encuentra la estatua orante de bronce del Cardenal, obra de Juan de Bolonia. En el interior de la iglesia rdyán también las capillas de las reliquias y la del Santo Cristo, así como una réplica de una obra original de Van der Goes que inicialmente ocupó este lugar y que se vendió para sufragar los gastos de finalización del edificio.

Entre los elementos arquitectónicos del edificio encontramos una escalera de mármol de tres tramos con escalones de una pieza. Igualmente, el Colegio del Cardenal es conocido por su extraordinaria pinacoteca, que acoge, además de objetos personales del propio Rodrigo de Castro, dos obras de El Greco ( La Aparición de la Virgen con el Niño y San Lorenzo y San Francisco y Fray León meditando sobre la muerte); cinco tablas de Andrea del Sarto, dos obras de la Escuela Compostelana y el retrato del Cardenal, obra de Francisco Pacheco.

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