Vilalba
El esplendoroso pasado de la de Vilalba se hace patente al pasear por las calles de su centro histórico. El recorrido tradicional se inicia en la plaza de Suso Gaioso, donde se ubica la casa de la cultura y oficina de turismo, la fuente de la carretera y la Pravia, ejemplar de arce que forma parte del Catálogo de Árboles Singulares de Galicia.
Desde esta plaza nos dirigiremos hacia la antigua zona intramuros de la villa, donde las murallas que la circundaban perviven en topónimos como la Puerta de la Cima o en restos como los que se hallan al fondo de la calle Sol, donde además se puede admirar la arquitectura típica local.
En esta parte del casco antiguo de Vilalba destaca además la iglesia de Santa María, construida en 1894 en el lugar en dónde estuvo una primitiva iglesia dedicada a San Juan, demolida en 1865. Especial mención merece el emblema de la localidad: la torre del homenaje del castillo de los Andrade, Señores de Vilalba. Dicha torre fue reconstruida en el siglo XIV y de su diseño original, conserva la planta octogonal, almenas, ventanas saeteras, una puerta con arco y un jabalí de piedra, emblema del linaje de los Andrade. Actualmente se encuentra restaurada, acogiendo un Parador Nacional de Turismo.
Y además…
* El Museo de Arqueología y Prehistoria de Vilalba custodia una colección de objetos ordenados cronológicamente que abarcan desde el Paleolítico hasta el proceso de Romanización. Todos ellos nos permiten acercarnos a la forma de vida de los primeros habitantes que poblaron diferentes zonas de Galicia, con especial representación de los yacimientos de la Comarca de A Terra Chá.
* En el entorno natural más próximo a Vilalba, destaca el área recreativa de A Magdalena, cuyo entorno fluvial se puede recorrer a pie hasta el molino de O Rañego, ejemplo de arquitectura popular rehabilitado. Además, en Codesido, el agua de la Charca del Alligal destaca por sus propiedades curativas para las dolencias de piel.
* En lo que se refiere a las fiestas, los productos gastronómicos locales adquieren un destacado protagonismo en citas como la feria del capón, celebrada en diciembre, y la feria del queso de San Simón, que tiene lugar en abril. Las fiestas patronales de San Ramón, a finales de agosto y principios de septiembre, la feria de artesanía y el Festival FIV completan la agenda de ocio de la localidad.