Portomarín

 

La década de los años 50 marcó un antes y un después en la historia de Portomarín y en la de todos aquellos pueblos que por estar situados en la ribera del Miño verían como sus viviendas quedarían sumergidas por las aguas del embalse de Belesar, llamado a ser el más grande de Europa en la época e inaugurado en 1963.

Situado en pleno Camino Francés de Santiago, el viejo Portomarín había sido declarado Conjunto Histórico- Artístico. Sus calles medievales, su patrimonio religioso, civil y etnográfico y su forma de vida vinculada al río lo convertían en un referente para la conservación y el estudio del legado social y cultural de la provincia de Lugo.

La inminente puesta en marcha del salto de Belesar obligó a tomar medidas para dar a la población soluciones que paliasen la pérdida de sus propiedades. Surgió así un proyecto urbanístico para dar vida a un “nuevo” Portomarín, una “villa jardín” diseñada por el arquitecto Pons Sorolla con edificios sociales y viviendas que se entregarían a los habitantes afectados por la construcción del pantano. Este nuevo proyecto contempló además el traslado de los monumentos emblemáticos del viejo Portomarín: pazos urbanos, restos del puente medieval e iglesias románicas como San Pedro y San Juan forman hoy parte esencial del pueblo.

En el diseño del actual Portomarín adquiere especial protagonismo la Plaza Conde de Fenosa, donde se ubica la Casa Consistorial y la iglesia de San Juan o San Nicolás. Este soberbio ejemplar de arte románico responde al prototipo de iglesia- fortaleza y fue propiedad de la encomienda de San Juan de Jerusalén, estrechamente vinculada a la atención a los peregrinos. Un gran rosetón hace inconfundible su fachada, donde también destaca su portada principal, ejemplo de la influencia de la catedral compostelana en el arte local. Esta iglesia fue trasladada piedra a piedra desde el viejo Portomarín hasta su emplazamiento actual, conservando en sus piedras la numeración que permitió darle forma de nuevo.

Actualmente, en determinadas épocas del año,las aguas del embalse de Belesar bajan de nivel, permitiendo ver los restos del antiguo puente, el palco de la música, la fábrica de la luz y numerosos caneiros o pesqueiras empleados antaño para la captura de la anguila y que hacen recordar con nostalgia la vida de antaño.

Capilla de Las Nieves
San Juan de Portomarín y casa consistorial
San Pedro
Caneiros en el Miño
Antigua fábrica de la luz
San Juan de Portomarín
Aguardiente de Portomarín
Puentes sobre el Miño

 

Y además…

*Portomarín se encuentra en la Ribeira Sacra, territorio vinícola por excelencia. Por ello, aquí se produce uno de los mejores aguardientes de Galicia al que se rinde homenaje el Domingo de Resurrección en una multitudinaria fiesta.

*Portomarín es uno de los hitos de mayor relevancia del Camino Francés. Su oferta turística está muy vinculada a la atención al peregrino. Y es que este municipio de poco más de 1000 habitantes ve como su población se multiplica de forma exponencial acogiendo a personas de todo el mundo que deciden embarcarse en la aventura del Camino de Santiago.