Monasterio de Samos, el más antiguo de occidente
Complejo monástico fundado en el siglo VI, por lo que está considerado uno de los más antiguos de occidente y que aún sigue en funcionamiento.
La edificación, que sufrió diversas ampliaciones a lo largo de su historia, mezcla elementos del románico, gótico tardío, renacimiento y barroco.
De su interior destaca la iglesia abacial barroca del siglo XVIII con su retablo mayor, obra de José Ferreiro, y su fachada, que cuenta con una escalera señorial del siglo XVIII que recuerda a la situada en la plaza del Obradoiro.
Dicha fachada está formada por dos cuerpos: el inferior, con la portada principal custodiada por cuatro columnas dóricas, y el superior, con un rosetón entre dos columnas.
Son importantes también sus claustros, en torno a los cuales se estructura el monasterio: el claustro grande y el pequeño. El grande, conocido como el del padre Feijoo y de estilo herreriano, tiene cerca de 3.000 metros cuadrados y está considerado uno de los más grandes del país. El pequeño, conocido como claustro de las Nereidas, fue edificado en el siglo XVI en un estilo gótico tardío y en el centro podemos una fuente de origen barroco.
Además la edificación cuenta con un museo distribuido a lo largo de siete estancias en dónde se muestran los orígenes del monasterio y su evolución, además de obras que van desde el siglo III hasta la actualidad, que incluyen esculturas, orfebrería, manuscritos y libros pergaminos.
Mención aparte merece la biblioteca, que conserva algunos incunables y fue víctima de un incendio en 1951 como la mayor parte del monasterio.
En las proximidades del monasterio, está la denominada capilla del ciprés, construida en el siglo IX y de origen mozárabe. Se trata pues, de los restos más antiguos existentes del monasterio, destacando de la edificación de pizarra y planta trapezoidal, su puerta de herradura situada en la fachada sur del mismo. Como elemento anexo a la construcción, encontramos un ciprés de más de 25 metros de altura de más de mil años de antigüedad.